Mi equipo
Nassim Nicholas Taleb es el autor de la saga Incerto, en uno de los libros, quizá el más célebre, define como antifrágil aquello que no solo no queda dañado ante la adversidad sino que se beneficia de la misma.
Olallation, galvanizado desde sus inicios con el factor Ber, es antifrágil. Me explico: ante stressors, shocks, volatility, errores o ataques, Olallation no solo no cae, sino que surge más fuerte. ¿Gol en contra?, gol de saque de centro, ¿jugón seleccionable en el otro equipo? Ber pegadito a él, ¿macarras frustrados de mañana de sábado? vacuna de moBerna. Se están repartiendo “on schedule” las primeras dosis. Olallation es antifrágil. No pidáis perdón por ello. Rosalía también apuesta todo al número 7.
Coti es Forrest Gump. En algún momento alguien le dijo: “corre Coti, corre” y el “leopardo” corrió y corrió sin parar desde ese momento. Cuentan que Luis, en un día de frustración en el que Coti corría y corría, llamó a la universidad de Alabama para pedir precio en una pancarta humana de stop que frenara al chaval. Resolvió la X del eje de abscisas y prescindió de él. Límite vertical. Secretariat. El abuelo que saltó por la ventana y se fué de casa. Parece que le persigue el coyote. Más rápido que su sombra, Lucky Luke. CotY.
Jake es Spectre. Agente secreto. 007. Mezclado, no agitado. Juega siempre con smoking, recibe mucho pero no pierde la infinita elegancia y cuando tiene que dar una leche la da, siempre la da. Vaya si la da. Jake siempre se hubiera pegado con todos por tí, como cantan Quique Gonzalez y los detectives en Charo. He pensado en llamarte mil veces, ya sabes que sí. simply the best para mí.
Joseta es el 3:10 to Yuma. Siempre en hora y diez de cada diez médicos recomiendan no chocarse con él. Rectangular, casi cuadrado como el mismísimo Sponge Bob. Se crean ondas en el vaso de agua del cuarto de árbitros cuando corre por el campo. Y el contrario se pone a llorar en el coche deseando que lo que retumba en sus oídos sea “the power trying to come back on”. Thomas the train. Cayó en la marmita cuando era niño. Joseta.
Ha peleado con cocodrilos. Se ha balanceado sobre un hilo cargando más de quinientos kilos. Ha dado la vuelta al mundo en menos de un segundo. Ha cruzado mil laberintos sin confundirse. Respira dentro y fuera del agua como las focas. Es a prueba de fuego, agarra balas con la boca. Su creatividad vuela como los aviones y puede construir un cerebro sin leer las instrucciones. Habla todos los idiomas de todos los abecedarios y tiene más vocabulario que cualquier diccionario. Vista de águila, olfato de perro. Inmune a la muerte. No necesita bendiciones porque siempre tiene buena suerte. Ve con él a dar un paseo por el parque porque tiene más cuentos que contarte que García Marquez. Arturo Benito Olalla sabe comunicarse por telepatía. Nunca se despeina. Mientras más pasa el tiempo se le ve más joven, compone canciones sin escuchar, como Beethoven. Muerte en Hawaii. Dorian Gray. El 4. El rey Arturo.
Silencioso. Letal. Django unchained. Si viene inspirado marca tres en dos balones que toca. Su notísima. Marchito azar verdiblanco. Nabil. Cómodo a contracorriente. Tan volátil como la misma gasolina. Cosecha tardía del 89. Noti. Jamás le gustó lo fácil. Curtido en el oeste, cruzó el mississippi a pesar de las advertencias. Claude. Privilegiado. Atleta. Seventeen. Aquiles. Aquiles a quien no se puede controlar. Quizá incluso se vuelva contra tí. No hace falta controlarlo, basta con desencadenarlo. Vino al mundo para ganar.
Miguel es nombre popular entre los grandes: Michelle Corleone era el pequeño también. Miguel Strogoff, correo del Zar. Michael Jordan, 23. Michael Scofield. Probe Migué. Michael Phelps. Magic Mike. Michael Knight. Querido Miguel de Ginzburg. Michelangelo. Sin embargo, bautizarás a tu hijo Miguel, por el nuestro, Miguel Olalla. Mr. Nice Guy. “Don't believe in things that don't believe in you.” Ingenuo entusiasmo hecho persona. Zurdo, flaco y todo por hacer.
Es el héroe que Gotham se merece, pero no el que necesita ahora. Así que lo perseguiremos porque él puede resistirlo. Porque no es un héroe. Es un guardián silencioso, un protector vigilante. Un caballero oscuro. El caballero de la noche. He is whatever Gotham needs him to be. Sometimes people deserve more. To have their faith rewarded. Ladridos de perro. Iñigo. Siempre muy cerca del trono de Neptuno. Donde no cabe ninguno que no sepa soñar. Partido a partido. "No me vengan con lamentos. Hablo de sobrevivir".
Hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón, las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos. Su instinto será su única brújula, muchas veces también la nuestra. Criterio y clase. Vino reserva de una buena añada. Pelo gris, Gandalf el blanco. Cuando lo conocí malvivía en Madrid, alquilándose por cuatro maravedíes en trabajos de poco lustre, a menudo en calidad de espadachín por cuenta de otros. Honesto, piadoso y valiente. Mucha destreza a la hora de tirar de espada, y manejaba mejor, con el disimulo de la zurda, esa daga estrecha y larga llamada por algunos vizcaína. Pocas palabras. Muchos quilates. Quijote. Capitán Alatriste. Cid campeador. Don Pelayo. Reconquista. Jose López García de Leániz.
Proletario del fútbol. La hormiga atómica. Entra en el Copacabana por la cocina, uno de los nuestros. Goodfella. Adamantio en los huesos. Garra. Liderazgo en el servicio. No se cansa. Rima con todo. El joker de nuestra baraja. Cabeza, rodilla, muslos y cadera. Cabeza, rodilla, muslos y cadera. Como sea. Busquenle una prima. Siempre sumar, Firoz Pardo de Santayana. Siempre en mi equipo, Firoz.
Grond. En lo más cruento de la batalla de los campos de Pelennor, los muertos orcos se acumulan a las puertas de la ciudad de los siete anillos. Minas Tirith resiste. Sus puertas no pueden ser traspasadas. A pesar del ruido ensordecedor y el desorden en el ejército orco hay un momento en que reina el silencio y poco a poco se va formando un canto, al principio no se entiende bien, pero más tarde se intuye una especie de salmo, una invocación. “Grond, grond, grond.” Los orcos se apartan y dejan pasar a un ariete enorme rematado por una cabeza de lobo con fuego en sus fauces. Grond, grond, grond. En lo más cruento de la batalla, cuando el contrario se cierra y no hay quién penetre el entramado defensivo. Olallation, horda orca esta vez, invoca a Grond. El servidor de las sombras, materia oscura, artículo 55, arma letal, rey escorpión, Mowgli. Chavo López. Grond, Grond will breach it. Derribará la puerta.
Un investigador americano trataba de dar, a través de la econometría, con la variable explicativa del éxito de los equipos. Una tesis doctoral donde tanto lo que se entiende como éxito (sostenido en el tiempo, ganador) y equipo (mínimo cinco integrantes para diluir toda grandeza individual) viene perfectamente delimitado.
What are the greatest teams ever--particularly those that sustained success over a long period of time. He devised a formula to compare the achievements of teams from leagues all over the world, and after painstakingly profiling thousands of them, produced a comprehensive, unbiased list of the 16 best (Bulls, All Blacks, Barsa, Patriots..). Period. At that point, Walker became obsessed with another, more complicated question:
What did these teams have in common?
A genius coach?
A transcendent superstar?
A groundbreaking system?
Or was it all a matter of chemistry? A surprising pattern emerged:
Sam Walker determina que es el capitán la variable más explicativa de este éxito. Desde que leí Captain Class estoy obsesionado con esta idea y, de acuerdo con ella, ojo no vaya a tener Sam que incluir al Real Madrid de Sergio y al Olallation de JCB en un apéndice del libro. El éxito de Olallation estos 13 años quizá también lo explique la raza de nuestro capitán. Javier Claudio Benito. The tallest man on earth. Si fuera cualquier rival de Olallation y por casualidad, me paseara por Niño Jesús a las 7am un Lunes o a las 21:00 un miércoles y me encontrara con el 10 corriendo, me dedicaría a otra cosa. No ven esto los Juanjos, cuando nos llaman abusones. Que se pongan a correr joder.
No se si demasiadas mujeres es de CTangana pero está inspirada en COlallaNadal. Pasa el afilador por la ventana de mi casa, me asomo y está el Nini afilándose los codos. Ropa de Olallation, kit de botellón, una pala y sosa caustica en el maletero. Ninicius. Andares de Varane. Gemelo perdido de Rafa Abati. Nelson Mandela. Peace and love. The Great Gatsby. “I knew it was a great mistake for a man like me to fall in love…” Anárion en los Argonath sobre el río Anduin cuando forma pareja de centrales con Javi.
Me flipa en la primera película del padrino el concepto Luca Brasi. Todo lo complicado: “que se encargue Luca Brasi”, “dárselo a Luca Brasi”, “nadie podrá contener a Luca Brasi.” Cuando tenemos un partido complicado el primo Chamorro es nuestro Luca Brasi. Que se encargue Luca Brasi. Todo el equipo cantándole contra las cuerdas de Sidecars, “quédate, cierra la puerta”.
Concepto similar al de Luca Brasi el del Señor Lobo en Pulp Fiction. Consultor. Arreglador de cosas. Jaman. Tengo el orgullo de haberlo entrenado. Niño no muy alto que quería ser portero. ¿mala idea? Fíjate cómo le brillan los ojos. Posters de Iker en la pared de su habitación. Spyder. Mr. Wolf. Daft Punk con Chamorro. Nuestros enmascarados que ponen banda sonora al fútbol familiar. One more time Jaman, please.
La saga Matador, cuenta la historia de Gotrek y Félix. Gotrek es un enano matador que vaga por el Viejo Mundo buscando una muerte heroica para paliar su tragedia. Félix es solo un humano, un poeta, espadachín del imperio que en una noche de borrachera, después de que Gotrek salvara su vida, jura seguirle a los más dispares confines para escribir su elegía. Yo soy Félix (como mi padre), cronista, espadachín. Como contador de historias os contaré que en el 2000, con once años, ví por primera vez Gladiator, me obsesioné, como me obsesiono con todo y a partir de entonces, antes de cada partido, en el campo de tierra del colegio, cogía un poco de arena del campo y la sacudía entre las manos mientras musitaba nervio y ansia, como Máximo. Un día, sin querer, cogí arena con algo de cal de las líneas, como era un día caluroso, me toqué la cara nada más empezar el partido para sacudirme el sudor del calentamiento. Se me metió cal en el ojo y tuve que pedir el cambio en el minuto dos porque no podía ver. A mi señal ira y fuego. Máximo.
Propósito e Inspiración. Le Petit Prince. Más que un equipo. El niño que se acerca en nuestro desierto y nos explica cosas que los adultos ya tenemos olvidadas. Nuestro escudo. El octavo jugador. El mejor central de la historia del cole (eso le decía yo, cuando le iba a cuidar y le veía comer. El sonreía con la boca llena). Pasión por el fútbol. The Warrior. IkiSaurio. Ikigol. A por ello.
No juego ni un partido más.
Renuncio a mis goles y recuerdos más preciados.
Ni una línea más. Ni una victoria. Ni una canción.
Desierto el resto de mi vida.
Desaparezco.
Querido Iki, sólo por verte debutar.
Mar, 27 2021; Madrid